PROTESTAS, MAESTROS Y UN MINISTRO OTAKU.
Una
tarde normal como cualquiera, con el sol escondiéndose como para una fotografía
y con el transito fluyendo como agua por un rio, uno está ahí, disfrutando de
una bebida de tapioca en el centro de la ciudad, más específico en el lugar
conocido como el correo, hasta que, se vio humo oscureciendo el cielo más
temprano de lo que acostumbra, los autos se estancan en las calles tal cual
piedras en un riachuelo y se escucha a lo lejos una barahúnda, entre petardos,
cantos, palmas y gritos, uno piensa
¾ − Otra vez, ¿De quién se trata ahora?
Este un país con bastantes conflictos y
sectores movilizados, son variadas las opciones que podrían presentarse:
comerciantes, transporte, padres de familia, médicos, maestros, etc. siendo este
último, los protagonistas de aquel momento. Centenares de ellos y ellas, de
todas las edades, con sus uniformes deportivos de colegio como para no ser
llevados ante el director, alzando pancartas y carteles con oraciones sin
errores ortográficos o gramaticales, instructores de música alzan más fuerte la
voz junto a sus instrumentos, y los pedagogos de educación física con su
silbato, marcando el paso camino a la plaza principal, como si fuera su año
deportivo, llegaban quienes más luchan para que se les preste atención, ya lo
hacían en las aulas, ahora, lo están haciendo en las calles, más específico, venían
resonando por la avenida Heroínas y Ayacucho rumbo a la Alcaldía, exigían
nuevamente lo que llevan pidiendo desde inicios de año, reprobar la nueva malla
curricular.
Entre los colegios, se encontraban
el Bolívar, el Sucre, la Carrillo, el Abaroa, entre muchos otros más, pero
estos son los que alcance a leer sus letreros, comúnmente, suelen ir vestidos
de manera formal, pero en esta ocasión, iban todos con tenis y ropa más cómoda,
como poleras, busos y jinés, obviamente para evitar un poco la fatiga por su
larga caminata que dieron, pero no bastaría, algunos, ya comenzaban a inclinarse
hacia adelante, apoyando sus manos en sus rodillas y mirando hacia abajo, en
muestra de que ya no podían más, principalmente, los profesores ya de tercera
edad, que eran también quienes más estaban inconformes con la nueva malla
curricular, ya que, al dialogar con uno de ellos, fue:
¾ − ¿Qué no le agrada de la nueva malla?
¾ − Mira joven, yo a esta edad ya no estoy para aprender nuevas cosas, y si no puedo aprender, mucho menos enseñar, he pasado enseñando en esta escuela los últimos treinta y cinco o cuarenta años, quiero pasar los últimos años enseñando lo que ya se y retirarme con un buen sueldo…
Era un profesor mayor de la escuela
Carrillo, quien no se molestó… mucho, al momento de hacerle la consulta, luego,
continuaría su camino, por más agotado que se lo viera.
El olor de la basura acumulada,
debido a otro conflicto, que ya de por si era insoportable, se mezclaba con el
olor a pólvora de los petardos lanzados y que no tenían fin, a cada momento, se
veía como los profesores sacaban más cohetillos de sus mochilas, como si se
tratara de sus útiles escolares, así que me retiré de la zona de comida del
correo, pero, la curiosidad me agarro y me llevo hacia la plaza principal a ver
como continuaba la protesta.
En
el lugar, estuvieron de pie, firmes, entonando parte del Himno Nacional de
Bolivia y el Himno al Maestro, eso, me trajo recuerdos y ya decía en mi cabeza:
¾ − Esto ya parece el colegio, solo falta el que se desmaya por no haber desayunado.
Poco
después, se acercaron a hablar con la prensa y a mostrar sus pancartas, debido
a la multitud, no note mucho de que decían, pero, si logré captar mi atención
en uno que colocaba:
¾ − ¡Fuera el ministro otaku!.
No entendía el porqué del apodo, si se lo
que es un otaku, pero no conocía el contexto de a qué se debía esto, de todas
formas, no evito que me riera, más bien, me dio distintas ideas estereotipadas:
¾ − ¿Sera que no se baña? ¿O que hace cosplay? ¿Conocerá de anime?
Me
acerqué a preguntar a otro profesor del lugar, por si sabía la razón de este
sobrenombre, era una joven maestra, con deportivo de la Salle, pero fiscal, conversamos:
¾ − ¿Por qué lo llaman ministro Otaku?
¾ − ¿No viste los textos? Varios cuadernos escoleras cuentan con tapas plagiadas de animes japoneses, pero transformando a los personajes en campesinos bolivianos.
De ahí, me mostro una foto y
obviamente no logre contener la risa, pues resulto ser tal como lo describió,
distintas imágenes promocionales con personajes de series y películas anime habían
sido modificadas, cambiando desde sus vestimentas, donde se les colocó chulitos
de lana y chalecos de tocuyo, hasta su color de piel, que pasaron de tener una tez
blanca a una morena, continuamos dialogando:
¾ − Por eso, el origen de su apodo.
¾ − Pensé que era porque le gustaba o algo así.
¾ − Nada que ver, hasta ya los retiro, no le gusto.
Por último, le agradecí por la
información y me retiré del lugar, ya había visto mucho, además, quería
retirarme antes que los micros se llenaran de profesores, pero mientras me
alejaba escuchaba:
¾ − ¡Fuera Edgar Pary, ministro otaku!
¾ − ¡Abusivo, ignorante, masista, indio!
Las últimas tres palabras fueron de
regalo, pero lo primero, se refería a que también, se reclama las represalias
que hubo contra los maestros en la ciudad de La Paz, donde gasificaron y
empujaron a los profesores que iban protestando por el centro de la ciudad, debido
a esa palabra, mientras disfrutaba lo último de mis perlas de tapioca, pensé:
− Uso su Super Sayayin.
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